La Navidad,
creyentes y no creyentes es UN CANTO A LA VIDA, porque es la maravilla de un
nacimiento.
Para quienes creemos en el Niño Dios celebramos su nacimiento y
para quienes no creen celebramos una Nueva Vida.
Siempre
siempre debemos agasajar a quienes llegan a este mundo con la esperanza de un
mundo mejor…en paz…en armonía. Sabiendo convivir…Pudiendo ser uno con el otro.
Conjugarnos
en un NOSOTROS y aún más…
“El amor es todo tu ser, el amor es tu
alma…Si puedes concebir el amor como tu propio ser, y el amor a otra persona
como una profunda amistad, como una danza entre dos corazones con tal sincronía
que los convierte en uno, no necesitas otra espiritualidad. Ya la has
encontrado. El amor te conduce a la experiencia suprema, llamada Dios, llamada
Absoluta, llamada Verdad. No son más que nombres. En realidad, lo Supremo no
tiene nombre; es innominado, pero el amor te conduce a ÉL” Osho.
Las personas
somos como un añoso árbol…
Nuestras
raíces sumergidas en la profundidad de la tierra y desde allí observan la
tierra por ser tierra, el agua subterránea, más raíces de otros árboles y
piedras y arena.
El tronco
nos vincula con nuestras flores, nuestros frutos, nuestras mascotas y con
nuestra humanidad… con nuestros semejantes.
La copa…se
eleva y agradece al sol y a la lluvia.
La copa…se
eleva y agradece a la luna y a las estrellas…tal vez…tal vez fueron testigos de
quienes, adolescentes, caminaron por alguna plaza y pudieron decir su AMOR.
Comparto la
luz de mi atardecer…que sea nuestra antorcha…la tuya y la mía.
Mi abrazo
desde el alma.
Susana B.
Biassoni
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