Miraba la tierna noche...
Entré a la casa y cerré la puerta y la ventana...
Sentada en el mustio sillón...apagué la vela
No sé si quedé dormida o despierta soñaba...
La campana me recordaba el viaje a un lugar
cuyo nombre desconocía y, por momentos, dudaba...
¿Es hoy el día de mi peregrinar?
¿Por qué debo emprender esa travesía?
Mirando el amanecer...extasiada y maravillada,
le pregunté al incipiente sol ¿hacia dónde iré?
No me respondió o sí...no sé.
Sus rayitos...algo me decían, pero
¿cuál era el mensaje?
´
Me erguí del amanecer...me levanté y raudamente regresé a la casa.
Mi anciana maleta me observaba y percibía mis dudas.
Nuevas experiencias y otros desafíos.
No era fácil decir adiós
a lo conocido y a lo sabido.
¿Sería capaz...?
Y, repentinamente, recordé a los nacientes rayitos de sol.
¿Llegaría a tiempo?
¿Podría viajar?
¿Cuál sería el destino del tren que abordaría?
Cerré la puerta y la ventana...
Un nuevo amanecer, en algún lugar, me estaría esperando.
S. B. B.