CREO
Creo en
Dios, Nuestro Señor.
Creo en mi
familia (quienes continúan en este plano y quienes no): mis padres, mi esposo,
mis hijos, mis nietos...
Creo en mis hermanas y hermanos del corazón, creo en
mis amigas y mis amigos (personales o virtuales).
CREO en las
Instituciones y poco creo en quienes están frente a ellas.
Nací triste
y moriré triste…
Mi mamá me
llevaba al médico porque siempre estaba pálida y con ojeras…
Llegaron
(tendría cinco años) a detectarme leucemia…no fue así y si hubiera sido así, el
Señor obró un milagro.
Siento
muchísima tristeza por lo que acontece en mi amada Patria.
Ya no sé
quien es quien.
Mi conexión
a INTERNET es en dosis homeopáticas…
Y, en las
mismas dosis, es mi comprensión de la realidad.
Me pregunto
y les pregunto…y, por favor, entiéndaseme bien y no estoy llamando al
enfrentamiento, ni al no entender al otro.
Sólo
pregunto…si por naturaleza soy depresiva ¿la sociedad y la comunidad toda,
puede ser depresiva?
Sólo
preguntas que surgen en mi mente…
No
comprendo, no entiendo y hago el mayor de los esfuerzos para hacerlo y…y no lo
logro.
Considero
que los profesionales de las leyes y los profesionales de la salud mental
debieran hacer, algo así, como un retiro espiritual.
Un retiro
alejado de todas apetencias políticas…sólo pensar en el bien común. ¿Será
difícil? ¿Es imposible?
No es mi
deseo ofender a nadie…
Sólo me
pregunto y les pregunto y, tal vez, si lo intentamos lograremos una conclusión
de unidad y armonía.
¡Dios los
bendiga!
¡Dios nos bendiga!
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